jueves, agosto 14, 2008

El regreso del (que te) Jedi

Los motivos pueden ser varios —así como también los fueron al pensar las precuelas—, pero hay algo que es evidente: el universo Star Wars es inagotable.

Una mención al pasar en la primera La guerra de las galaxias y otra aparición más "seria" y profunda en la nueva saga sirve para situarnos entre el Episodio II y el Episodio III, en plena Guerra de los clones, con los caballeros Jedi luchando incansablemente por mantener la paz y el orden. No olvidar que los Jedi están con la República —como corresponde— y que los Separatistas y su ejército de droides son una amenaza más que fantasma.

George Lucas, el autor y productor de todos los capítulos hasta ahora, decidió saltar a la animación, delegó la dirección de lo que primero imaginó una serie de TV —que verá la luz en octubre en los Estados Unidos; aquí, averiguamos, no hay fecha— y al pizpear los resultados, el productor de Indiana Jones se jugó a apostar a un largometraje. Que sirve de introducción, claro, a la serie que se verá por Cartoon Network.

La animación no es en absoluto hiperrealista a la hora de presentar a Anakin Skywalker u Obi-Wan Kenobi, sino todo lo contrario. Los personajes son dibujitos, pero esperen a ver las naves espaciales y digan si no les parece estar sentados admirando cualquiera de las starships de la saga entera. Al margen de la trama —mínima y sencilla, lo cual no es poco viniendo del cerebro de Lucas, amante de enrevesar historias y conflictos en los últimos tres capítulos que dirigió— otro rasgo común es la contraposición entre las escenas de batallas, logradísimas en cuanto a elementos de acción, destreza y explosiones varias, y aquéllas en las que los personajes deben hablar. Que sigue siendo, históricamente, el punto más flojo de Star Wars.

Hay nuevos personajes. A Anakin le adosan su aprendiz de Padawan, Ahsoka Tano, una adolescente no humana —de ser esto posible—, y además de luchar brazo a brazo con Obi-Wan tiene que rescatar a un bebé. Jabba el Hutt, el Conde Dooku y Asajj Ventress están del lado de los malos, pero uno ya imagina dónde irán a parar las fuerzas del lado oscuro. A los fans, no los decepcionará.-

Publication: Clarín - Noticias
Provider: Clarín
Date: August 14, 2008

martes, agosto 12, 2008

Productoras de video y cine

Daniel Rodríguez ya no quiere llamarse Daniel Rodríguez. Tiene 49 años y acaba de lograr su gran sueño: hacer su primer largometraje. La dirección de "El acuarelista" en el Festival de Lima estará a cargo de Daniel Ró.

Unos mineros que entraban por un túnel fue el primer cortito que hizo Ró a los 9 años, con una cámara 8, esas que filmaban hasta que se acabara la cuerda. La curiosidad por el cine no lo abandonó cuando tuvo que estudiar en una universidad para ingenieros en Missouri (EE.UU.), tampoco cuando fundó un instituto y una universidad en Trujillo. Antes de cumplir 40 decidió mandar su primer corto "El colchón" a un concurso convocado por el Consejo Nacional de Cinematografía (Conacine). Había que presentarse como empresa y él buscó un nombre que refleje sus dos facetas: Cinecorp. Ganó y obtuvo dos premios internacionales, uno del Festival de Cine de Cartagena. El quinto corto --"Diente de oro"-- obtuvo en el 2005 un premio en el Festival de Cine de Montreal. Entonces supo que tenía que dedicarse de lleno a la producción cinematográfica. Y así fue.

Este año se han presentado al concurso de proyectos de del Conacine guiones para 38 largometrajes y 42 documentales. Rosa María Oliart, presidenta de Conacine, dice que el aumento del presupuesto para los concursos de este año (S/.2'800.000) ayudará para que el sector audiovisual se desarrolle. "Esto motivará para que más jóvenes participen y se formalicen, porque solo pueden postular empresas inscritas". Oliart es consciente de que muchas empresas se inscriben solo para el concurso, pero según sus proyecciones "a partir del 2009 se tendrá un mínimo de 6 largometrajes al año en estreno".

José Balado, presidente de la organización Documental Independiente Peruano, dice que la movida del cine y del documental que se percibe desde hace unos años proviene de varios factores: la creación de más centros de enseñanza, el acceso a tecnología más barata y la demanda por ver algo diferente. "El Perú es rico en historias, solo es cuestión de contarlas", comenta.

Aún no hay productoras peruanas que puedan vivir exclusivamente del cine o del documental. Cuando Fabrizio Aguilar formó en el 2001 la productora Luna Llena Films, la pensó (aún la piensa) como una empresa dedicada exclusivamente al cine de ficción y documental. Como en toda empresa púber, todos tienen que hacer un poco de todo. Por ejemplo, en el primer proyecto grande, la película "Paloma de papel", Aguilar tuvo que hacer de director, guionista y productor general. Eso sí, contrataron como a 80 personas para el equipo técnico. Con los fondos conseguidos y la taquilla (la vieron 300.000 espectadores) consiguieron recuperar lo invertido. Luego de haber ganado experiencia, Luna Llena Films ha dado servicios a otras productoras en el tema del distribución y búsqueda de financiamiento. "Existen fondos internacionales como Fondsud, Vision Sudest, CNAC, hay que saber buscarlos", comenta Aguilar. Su nuevo proyecto de largometraje "Tarata", acaba de ganar un premio (S/.400.000) con el que podrá financiar el 25% de la producción.

Cuando se habla de filmes independientes o de autor, Ró dice que "con recuperar el costo ya estamos bien, y si además ganamos por la venta de taquilla, en buena hora". Por eso, desde hace un año su empresa tiene 3 unidades: cine, que incluye cortos y largos, servicios para productoras internacionales y videos corporativos. Debido a que ya tiene las redes para hacer los envíos de cortometrajes a festivales, también se encarga de vender sus derechos de transmisión a canales extranjeros. Ahora también se encarga de la producción en Arequipa de una película de capitales europeos en la que participará la actriz peruana Magaly Solier.

La productora Imaginacción, del comunicador Marco Condori, también vive por contar historias, pero lo hace a través de documentales sociales, enfocados, por ejemplo, en salud y desarrollo regional. Su productora tampoco puede vivir de documentales, por eso, además de trabajar para agencias de cooperación y ONG, da servicios de planeamiento y ejecución de campañas de comunicación.

Chullachaqui Producciones es, en esencia, una productora de cine creada hace 10 años por Josué Méndez, el director de "Días de Santiago". El desarrollo de sus películas requiere de 2 a 3 años y cuando no está filmando, la empresa se da el tiempo de hacer videos corporativos, publicitarios y, en muchos casos, cada miembro del equipo trabaja de manera independiente. Sin embargo, Méndez aclara que "lo que se gana del cine se ahorra para invertir en un nuevo proyecto de cine".

Chullachaqui Producciones tuvo un antes y un después porque recién luego de "Días de Santiago" la empresa pudo realmente existir. La película, que ganó 36 premios en el exterior, les permitió recuperar la inversión de US$120.000, tener una oficina, gente fija y un colchón para desarrollar nuevos proyectos. Para Méndez, la producción de una película es tan importante como su distribución. "Tienes que hacerlo con un mínimo estándar técnico para que puedas venderla fuera; siendo el mundo como es, pensar en hacer algo solo para estrenar acá es absurdo". Él acaba de ganar un premio de Conacine para la distribución nacional de su nueva película "Dioses", que se estrenará en el Festival de Lima, pero también manejará un agente de ventas internacional.

"Para una película, los festivales funcionan como un mercado en el que muestras tu producto a compradores futuros", dice Méndez. Pero ahí no acaba todo, una vez que el filme entra a un festival de cine, se debe coordinar con el agente en qué territorios la puede vender y a través de qué canales. ¿Y cómo hizo Daniel Ró para recibir un premio en el Festival de Cartagena con aquel lejano primer corto "El colchón"? No fue únicamente por su talento también por su tenacidad. Luego de invertir US$12.000 para hacer el corto, se encargó de en enviar su copia a 20 festivales internacionales.

Tanto Chullachaqui Producciones, Luna Llena como Cine Corp tercerizan casi todas las actividades porque prefieren dedicarse al desarrollo de los proyectos más que a la compra de equipos. Pero sí cuentan con una larga base de datos para saber a quién llamar dependiendo del perfil de la producción. Y cada uno tiene su propio ritmo y manera de crecer. Por ejemplo Josué, que hará películas a un ritmo de 2 a 3 años, no tiene la ambición de que su productora haga películas cada año, "simplemente poder hacer las películas que queremos hacer".

En el 2007, el presupuesto que manejaba el Conacine para la premiación de concursos fue S/.800.000. P ara este año se ha logrado aumentar el monto a S/. 2'800.000.
Generalmente para postular a un festival de cine hay que invertir el costo de envío de la copia a concursar. Si está en EE.UU. o en Europa puede valer entre US$45 y US$100.
Si se gana un premio en un festival, se puede hacer contacto con distribuidores internacionales y programadores de cable.

Publication: El Comercio
Provider: El Comercio
Date: August 10, 2008

domingo, agosto 10, 2008

Las cadenas de cine locales invertirán US$30 millones en nuevos complejos

Tres de las cinco cadenas de cines que existen en el mercado peruano --Cine Planet, Cinemark y Cinerama-- tienen planes ambiciosos para los próximos meses. Juntas, las inversiones que han anunciado frisan los US$30 millones, que serán desembolsados entre este y el próximo año.

¿Se trata de una segunda ola de inversiones en un sector que estaba algo dormido? "Más que una segunda ola parece un maremoto", señaló Alfredo Tirado, gerente general de la filial peruana de la estadounidense Cinemark. Y es que en los próximos dos años Cinemark está dispuesta a asumir en el Perú un rol más protagónico del que venía desempeñando. No en vano se trata de la primera cadena regional de cines (tiene presencia en Chile, Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú). Pero la líder del mercado local, Cine Planet, piensa defender sus posiciones; y Cinerama, otra aspirante, también tiene lo suyo.

Cinemark ha despertado. Tiene planes para desarrollar cinco complejos de cines en los próximos dos años con inversiones que llegarían a los US$15 millones. Ha confirmado la realización de tres de ellos en los centros comerciales que Aventura Plaza alista en el Callao, Santa Anita y Arequipa.

"Estábamos esperando los grandes desarrollos comerciales para crecer y estos ya han llegado", afirma Tirado. Así, Cinemark llegaría a un total de 64 pantallas al cierre del 2009, aunque si se concretaran dos proyectos más que tiene entre manos, y que guarda en el más absoluto secreto, llegaría a 76.

Por su parte, Cine Planet, la cadena de multicines de Carlos Rodríguez-Pastor Persivale, tiene un presupuesto que alcanza los US$12,5 millones para instalar complejos en los proyectos comerciales Real Plaza, de su empresa hermana Urbi Propiedades, en Ate, el Cercado de Lima y Huancayo. Con ello, se consolidaría como la líder del sector, con 132 pantallas en el Perú, fuera de las 38 que tendría en Chile, donde opera con la marca Movieland, y donde maneja un presupuesto de US$5 millones para instalar 12 salas en el Costanera Center, uno de los más ambiciosos proyectos comerciales de Chile (ubicado en la comuna de Providencia, en Santiago).

Mientras que Cinerama, cadena administrada por la firma Pentarama, abrirá en unos días un complejo de seis salas en el Callao y otro de cinco salas en Ica, donde estima invertir alrededor de US$2 millones. Cinerama opera 10 salas en el miraflorino cine El Pacífico (6) y en el centro comercial cajamarquino El Quinde (4). "Vamos a superar todos los estándares de los cines en el Perú", se animó a decir un vocero de la cadena.

¿Qué explica esta nueva arremetida de los operadores de cines? Pues no solo el mayor poder adquisitivo de los peruanos (según la firma investigadora de mercados Latin Panel, el consumo se ha elevado 18% en 14 ciudades del país), sino también el sinceramiento de las tarifas de los cines a estándares regionales. "En lo que va del año, las tarifas han subido entre 8% y 9%", reconoce Rafael Dasso, gerente general de Cine Planet.

Ello llevaría al sector a vender este año unos US$50 millones, con un volumen de espectadores que crecerá aproximadamente en 7%, al pasar de 15 millones el 2007 a cerca de 16 millones de usuarios este año. "La gente está saliendo más", agrega el ejecutivo.

Pero no solo eso. También las productoras de películas y las distribuidoras han tenido un año de aciertos. En ese sentido, mayo, un mes que usualmente tiene pocas películas, tuvo cuatro superproducciones ('blockbusters') en cartelera, un número similar al de julio, el mes punta del año para las cadenas.

De acuerdo con Dasso, este ha sido un año pródigo no solo en superproducciones, sino también en mejores películas de Hollywood. "Las películas están teniendo mejores resultados", dice. En el 2007, las 10 primeras películas concentraron el 47% de la taquilla; este año, solo el 37%.

Así, las cadenas esperan que sus ventas crezcan al menos en 10% durante el 2008.

Hasta ahora Cine Planet y UVK eran las únicas operadoras que contaban con salas 3D, pero Cinerama y Cinemark tienen planes para abrir salas con este formato. Esta es una de las pocas alternativas que tienen los cines para enfrentar el cáncer de la piratería (frente a la escasa acción represiva del Estado).

Este mes Cinemark abrirá una sala 3D en su complejo del Jockey Plaza; mientras que Cinerama planea presentar en octubre una sala 3D en el cine El Pacífico. La aceptación del formato por parte del público, según Cine Planet, es positiva. Y el próximo año se estima que entre 12 y 15 películas se estrenarían en 3D.

Publication: El Comercio
Provider: El Comercio
Date: August 9, 2008